Aprovechamos el Día Escolar de la No Violencia y la Paz para llamar a la unión de todos los agentes sociales para educar en la convivencia como prevención de las agresiones verbales y físicas en las aulas, ya que muchos de los casos de agresión que han llegado a nuestro sindicato en 2016 y en 2017 atendidos por el Defensor del Profesor han tenido que ver con la falta de figuras de referencia en los centros escolares y que llevan en casos extremos a la violencia física.

 

Desde 1964, para conmemorar la muerte de Gandhi, se celebra el 30 de enero el Día Escolar de la No Violencia y la Paz, reconocido por la UNESCO en 1993. En esta fecha se recuerda la necesidad de la educación para la tolerancia, la solidaridad, el respeto a los Derechos Humanos, la no violencia y la paz. Además, la Convención sobre los Derechos del Niño, en su artículo 29 señala que la Educación debe estar encaminada a desarrollar la personalidad y preparar al niño para asumir una vida responsable en una sociedad libre, con espíritu de comprensión, paz, tolerancia, igualdad de los sexos y amistad entre todos los pueblos, grupos étnicos, nacionales y religiosos, y personas de origen indígena. Todos los años, según se acerca el penúltimo día del mes de enero, no hay colegio que se precie a organizar el conocido “Día de la Paz”.

 

Apostamos por una educación en valores que mejore la convivencia en las aulas donde toda la comunidad educativa y la sociedad en general debemos sentirnos concernidos en la prevención y erradicación de conductas violentas o agresivas que en muchas ocasiones conducen al acoso escolar. Para ello, es fundamental prevenir, erradicar y atender estos casos de quienes se sienten acosados adoptando medidas cautelares que garanticen la integridad moral y psíquica y la seguridad de las víctimas.

 

Consideramos que es necesario adoptar medidas urgentes para la erradicación de cualquier conducta violenta en los centros educativos por lo que proponemos la elaboración de un Plan Estratégico de Mejora de la Convivencia Escolar, que contaría, entre otros, con los siguientes apartados:

 

  • Un programa de prevención de acoso escolar que contemple la aceleración de los protocolos de protección a las víctimas y un plan de detección precoz y erradicación de los problemas en los centros educativos.
  • La reactivación del Observatorio Estatal sobre la Convivencia Escolar.
  • La actualización de los Decretos de convivencia, así como las Normas de conducta establecidas en los centros.
  • Un plan específico de formación del profesorado para la prevención y detección de conflictos relacionados con la convivencia escolar.

 

Entendemos que es imprescindible abordar la prevención desde edades tempranas, la mejora de la convivencia escolar y la erradicación de cualquier conflicto y situación de violencia en las aulas: debe ser un compromiso y una tarea permanente de todos para lograr que el proceso educativo se realice con absoluta normalidad.

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