Doctor en derecho y diplomado en Administración de Empresas, en 1970 fue contratado como profesor interino de Derecho del Trabajo por la ULL y en 1976 puso en marcha el primer ciclo de Ciencias Empresariales en la ULPGC.

Fue Presidente del Gobierno de Canarias desde 1983 a 1987 y desde 1991 hasta 1993. Además, fue nombrado Ministro de Administraciones Públicas (1993-1995) y de Educación y Ciencia (1995-1996) por el Gobierno de España.

Se presentó como cabeza de lista del PSC-PSOE a la alcaldía de Las Palmas de Gran Canaria en las elecciones municipales de 2007 y obtuvo mayoría absoluta, siendo investido como alcalde el 16 de junio de 2007. Actualmente desempeña el cargo de Diputado del Común de Canarias.



¿Puede recordar una figura de maestro o profesor que le marcara especialmente en su etapa de estudiante? ¿Por qué? ¿Qué es lo que más recuerda de esa etapa?

Recuerdo en especial a dos profesores jesuitas, D. Héctor Domínguez y D. Agustín Castro, porque despertaron en mí la vertiente cultural, mi afición por la lectura y la redacción. Los viejos maestros sabían muchísimo, tenían una gran experiencia y, antes de comenzar con tantos cambios de leyes educativas, se les tenía que haber oído más que a tantas voces de pedagogía a nivel universitario.

¿Qué le parece la sucesiva secuencia de leyes educativas en los últimos años? ¿Qué opina sobre cómo debe legislarse en materia educativa en nuestro país? ¿Y en Canarias, lo estamos haciendo bien?

La solución para una mejora en la calidad educativa no pasa por este sucesivo cambio de leyes: en diversos debates y reuniones con Ministros de Educación de la OCDE, la mayoría coincide en que los ejes para el sistema educativo deben ser dos, matemáticas y lengua; y en torno a estas materias se debe colocar lo que se quiera, nada de optativas y especializaciones. La mejor manera de adaptarse al mundo laboral es la enseñanza generalista.

La forma de legislar se debe hacer por consenso, debe haber un gran consenso ideológico que garantice la igualdad de oportunidades, de manera que el que no tenga recursos económicos pueda acceder a la educación, dejando a un lado otras cuestiones donde cada uno sea libre de elegir. La solución no es la que proponen algunas fuerzas políticas, que vaticinan que cuando lleguen al gobierno derogarán la ley actual, cambiándola por otra. La solución es el pacto.

Las competencias para legislar en Canarias son muy pocas, dados los mínimos que vienen marcados a nivel nacional para que todas las comunidades se atengan a ellos.

¿Es la LOMCE la reforma que necesita el sistema educativo? Según su criterio, ¿qué cambios necesita la Educación para que nuestra sociedad sea “referente” en Europa?

La última reforma me ha cogido de lejos y no puedo opinar de forma amplia. La ESO debe cambiar, entiendo que no se puede ignorar que en épocas anteriores a esta crisis laboral había estadísticas que indicaban que había un abandono del mundo laboral y que se ignoró esa realidad, obligando al alumnado a permanecer en el aula hasta que cumpliera los 16 años, para luego ir a la FP o al bachillerato.

Una frase que le guste o invente sobre educación

“Que (los alumnos y alumnas) aprovechen, se comprometan y estudien, porque si no, les espera un futuro muy negro.”

 

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