EL DEFENSOR DEL PROFESOR, un servicio ofrecido por nuestro sindicato desde 2008, atendió el curso pasado a 149 docentes, ocho menos que el anterior. A pesar de este descenso, hemos detectado un empeoramiento de la situación: ha bajado el número, pero la gravedad ha aumentado. Por este motivo, instamos a la Consejería de Educación a poner en marcha, cuanto antes, un servicio de atención psicológica y jurídica para los docentes agredidos.

 

Nuestra organización sindical entregó esta mañana la Memoria del pasado curso en el registro de la Consejería de Educación. Con este acto se quiso poner de relieve la importancia de un problema que, aunque sigue siendo minoritario en los centros de las Islas, exige mucha mayor atención por parte de la Administración y de la sociedad en su conjunto. Los datos expuestos en el documento suponen una disminución del 8% de los casos registrados entre un curso y otro. Sin embargo, a pesar de esta disminución, observamos un incremento en la gravedad de los mismos. El profesorado, al denunciar la agresión sufrida, comunica todas las situaciones violentas que ha padecido simultáneamente, en la mayoría de los casos, por lo que una sola denuncia puede influir de varias maneras en su tipificación estadística. En el curso 2014/2015 se han multiplicado las situaciones de agresión de alumnos hacia el profesorado: pasando de 41 a 70 denuncias relacionadas con faltas de respeto, de 30 a 64 relacionadas con insultos y de 8 a 22 agresiones físicas. Los problemas se plantean en todos los niveles educativos, no obstante, es en Secundaria donde se concentra la mayor parte de los casos (62), seguida de Primaria (46) e Infantil (27).

El 95% de los docentes atendidos en el servicio manifiesta que el problema por el que ha acudido a él le afecta de manera muy significativa a la hora de dar clase. Este dato implica un considerable incremento con respecto al curso 2013/2014, lo que está en concordancia con el aumento en la gravedad de los casos atendidos. Ante este panorama, el desconcierto de un porcentaje importante del profesorado es cada vez mayor. Pero también lo es la desmotivación del alumnado.

“Mantener a los estudiantes en unas enseñanzas porque les obliga la Ley, sin posibilitar itinerarios adaptados a sus aspiraciones, ha convertido algunas aulas en un calvario para aquellos alumnos y alumnas cuyos intereses nada tienen que ver con los objetivos del curso, lo que muchas veces se deriva en conflictividad y conductas disruptivas. Esto genera en el profesorado sensación de un fuerte desánimo al sentir que no es posible cumplir con los objetivos y contenidos señalados cada día, dedicando más tiempo a controlar el aula que a dar los contenidos establecidos”, explica el presidente de ANPE Canarias, Pedro Crespo.

Para nosotros es muy esperanzador que la consejera de Educación, Soledad Monzón, se haya comprometido públicamente, en el pleno del Consejo Escolar de Canarias, a asumir por parte de la Consejería el servicio de atención psicológica y jurídica para los docentes agredidos. Se trata de una reivindicación histórica de nuestro sindicato y, sobre todo, del colectivo al que representa. Por ese motivo, pedimos premura teniendo en cuenta que somos el sindicato con más representación en la escuela pública de las Islas. “Estamos muy satisfechos con tener la palabra de la consejera, pero necesitamos que las buenas intenciones se materialicen. Es una cuestión de solidaridad y de reconocimiento social hacia los trabajadores”, señala Crespo.

Memoria del Defensor del Profesor. Curso 2014-2015

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