Acción Sindical

Según el informe Las Cifras de la Educación en España (Edición 2016), que publica cada año el Ministerio, Canarias era en el curso 2013-14, el último del que hay datos pormenorizados por regiones, la segunda comunidad con la ratio alumno-profesor más elevada.

Sólo Madrid, con 14 alumnos por profesor, y las ciudades autónomas de Ceuta y Melilla, con casi el mismo dato que la capital española, sobrepasaban la media de las Islas, que rozaba los 13,5.

Consideramos que estos datos reflejan las complicaciones a las que se han tenido que enfrentar los miles de docentes que ejercen su profesión en el sistema público educativo de las Islas. De hecho, el informe ministerial también detalla la cifra de alumnos por clase en el sistema público y revela en qué etapas educativas se detectaron más desajustes en el Archipiélago. En concreto, los problemas se concentraron en Educación Primaria, con 21 estudiantes por unidad, cuando la media estatal es de 20,6 y sólo cinco comunidades autónomas tienen peores datos; en Bachillerato, con 29 alumnos por unidad, frente a la media de 27,6 del resto del país; y en el Grado Superior de Formación Profesional, con 23,4 frente a los 23 del resto del Estado.

Somos conscientes de que la realidad que viven las aulas canarias es el resultado de las políticas de ajuste implementadas por el Gobierno central, que con la excusa de la crisis emprendió una política basada en la austeridad que ha tenido efectos perniciosos en la educación de todo el país, pero más en regiones especialmente vulnerables, como es el caso de Canarias. Ahora que la crisis comienza a llegar a su fin, es necesario que la educación esté en primer lugar. Solo así lograremos evitar las futuras crisis que nos están esperando a la vuelta de la esquina. Necesitamos estar mejor formados para la próxima vez.

Los resultados educativos dependen de un sinfín de variables. Lo dicen todos los informes internacionales, empezando por PISA, pero, sobre todo, lo cuentan los profesores que cada día afrontan el reto de educar. Una de estas variables es el número de alumnos por profesor. Las administraciones públicas se han llenado la boca diciendo que solo saldremos de la crisis con más formación, pero han permitido que eso se haga con un sistema “low cost”, o lo que es lo mismo, de bajo coste. Han dejado de convocar procesos selectivos, excluyendo del sistema a miles de docentes y han saturado a los que estaban dentro, que se han tenido que hacer cargo de más alumnos y de más burocracia. Mientras tanto, eso sí, el profesorado ha seguido desempeñando su trabajo con humildad y convicción y ha logrado recortar el dato de abandono escolar temprano en más de quince puntos en las Islas. Ese éxito es de esa legión de docentes que no han permitido que el desánimo se apodere de ellos y han continuado trabajando de la única forma que saben: con un profundo amor a la educación.

Comparte este artículo.